"Seamos capaces de sentir la satisfacción moral de un acto de libertad."

(Rodolfo Walsh)

lunes, 4 de febrero de 2008

LOS DOS LUGARES

 


Es increíble como uno termina hablando de sí mismo –yo, de migo misma- tal vez hasta cansar a quien llega hasta aquí, esperando encontrar algo interesante. ¿Puede uno pensar en que realmente está compartiendo los propios pensamientos con los demás? O se trata de un largo monólogo, en el centro de un escenario vacío, en una sala con una única butaca ocupada, por nosotros mismos… Actor y público, la unidad desdoblada, tal vez, hablando en voz alta para escucharse…

Será porque hace poco que publico en un blog, pero me sorprendo como una niñita con un juguete nuevo, cuando descubro que alguien no sólo leyó con atención, sino que tomó de su tiempo para dejarme un comentario… Que mi pensamiento en voz alta fue escuchado. Me recuerda mucho al que fue hasta hace un poco más de un año mi trabajo en radio. El trabajo se hace a conciencia, se escribe, se habla, pero nunca se sabe para quién, no hay un ida y vuelta tan rápido, al menos en mi especialidad, informativista. O sea, locutora-redactora de informativo. Hubo una circunstancia política del país en la cual el ida y vuelta con los oyentes se hizo visible… Un poco como pasa con los comentarios en el blog… Y fue para la época de las asambleas barriales, los cacerolazos, la crisis de 2001… Por esos días, en el turno de la tarde, éramos 2 movileras, Zaida y yo. Y la gente se acercaba al móvil y nos llamaba por nuestros nombres: “¿Vos sos Zaida o María Marta?”. Nos conocían, nos seguían, se emocionaban al ver al móvil de la radio en sus barrios. Esa es una experiencia invalorable para mí. Y como la nuestra, Radio Ciudad AM 1110, no era precisamente una radio de primera línea, el trato con nosotras no era de admiración a una figura –que no éramos- sino un trato muy afectuoso –afectuosísimo diría un amigo entrerriano- entre iguales. Creo que algo de todo esto existe cuando decidimos poner nuestras ideas para ser leídas por los demás… Y también, cuando leemos las ideas de los otros, y las comentamos.

Nuestra existencia se hace visible en la medida en que somos leídos, y se corrobora con los comentarios. ¿O no?



(No se vaya, después de la pausa, seguimos hablando sobre la visibilidad...)



3 comentarios:

El Analista dijo...

Nuestra existencia se hace visible en la medida que dejamos huellas, y ciertamente vos sos muy visible, un besote enorme

María Marta Bruno dijo...

¿Me parece o me dijiste gorda? Daniiiiii...

El Analista dijo...

Noooooooooo nenaaaa, sos visible por personalidad y muchos etc, no te dije, digo ni diré gorda, grrrr