"Seamos capaces de sentir la satisfacción moral de un acto de libertad."

(Rodolfo Walsh)

martes, 13 de julio de 2010

SOMOS TODOS IGUALES HASTA QUE LA DESIGUALDAD NOS SEPARE




MAÑANA MI PAÍS DEBATIRÁ -¿DEBATIRÁ?- LA MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO CIVIL PARA PERMITIR EL MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO.

LA INICIATIVA YA FUE VOTADA EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS, Y PARA QUE SEA LEY, MAÑANA LOS SENADORES DEBEN VOTARLA.


Los sectores religiosos están librando una guerra santa para impedirlo. Incluso están dispuestos a violar la Constitución Nacional y los tratados internacionales supra-constitucionales. Porque aceptan -más bien impulsan- un proyecto discriminador, que crea una suerte de "apartheid" para que las lesbianas y los gays puedan acceder a una "unión civil" con expresa prohibición de adoptar o concebir vía fertilización, sin derechos sucesorios, ni de acceso a los seguros de salud... Una payasada, de la que me reiría si no fuera tan trágico semejante fundamentalismo. 

Amenazan a los legisladores con la excomunión, movilizan a alumnos de colegios católicos bajo la amenaza de la expulsión. Sólo les falta salir con las teas incendiarias a quemar brujas (libros ya quemaron, no hace tanto, unos 34 años, nada más).

Son los mismos que hace unos cuantos años se opusieron al divorcio civil, y que todavía se oponen a la educación sexual en las escuelas y al uso de preservativos. Porque para ellos, las personas "copulamos" con fines reproductivos.

Me interesaría que se haga eje en que las mayorías no tienen derecho a decirle a las minorías "no quiero que tengas los mismos derechos que yo". Las minorías -de cualquier índole- merecen especial cuidado, precisamente para no ser atropelladas por la mayoría.


Y me parece que es allí donde debe iniciarse el debate. En principio, y para todos aquellos que anteponen argumentos religiosos, como que no se puede alterar el plan de Dios, que los chicos "quieren" papá y mamá (nadie consultó a los niños en hogares de asistencia social, obviamente), hay que recordarles que el proyecto de ley, como todo lo que se genera en el Congreso, ES DE ORDEN LAICO, CIVIL.
Ergo, ningún argumento religioso es válido, simplemente porque no es su ámbito de aplicación. 

Entonces nos queda la cuestión de la mayoría heterosexual pretendiendo imponerse a la minoría homosexual. Una enorme cantidad de gente apoya la igualdad, lo que aquí ya llamamos el "matrimonio igualitario", y hay, también, mucha gente que cree que se cuestiona o se amenaza el modo religioso en el que viven. Son llevados de la mano de la ignorancia a defender cuestiones que nadie ataca.

Nuestro Código Civil tiene dos artículos que son los que se busca cambiar. El art. 172, que dice que el matrimonio se celebra entre "un hombre y una mujer". Ése párrafo es el que se quiere cambiar por el de "los contrayentes", con lo cual, no importa cómo esté constituída la pareja, los que se quieren casar son "los contrayentes". Nadie mira bajo las sábanas de nadie para saber qué hacen o dejan de hacer. El art. 188 refiere a que cumplido el acto matrimonial, se los declara "marido y mujer". Hace muchos años que en el ámbito civil ya no se usa esa fórmula. El juez o la jueza que casa a las parejas dice "los declaro unidos en legítimo matrimonio". Y éso es lo que debe volver a decir el articulado del Código Civil.

¿Cuáles son las necesidades de la comunidad homosexual, respecto de la ley de matrimonio?

- Derecho a ser considerados una familia.
- Derecho a la adopción compartida (en la Argentina, los homosexuales PUEDEN adoptar, si lo hacen individualmente)
- Derecho a la patria potestad compartida.
- Derecho a asistir a los hijos cualquiera de los integrantes de la pareja (ante la escuela, ante cuestiones de salud).
- Derecho a establecer un régimen de visitas en caso de divorcio.
- Derecho a compartir el seguro de salud, incluídos los hijos en ese beneficio.
- Derecho de herencia (sin necesidad de conveniarlo ante un escribano)
- Derecho de asistencia ante problemas de salud (decisiones ante una internación, presencia en el lecho de muerte y disposiciones finales).

- Derecho a pensión por viudez.


La militancia de los fanáticos religiosos contra los homosexuales -es terrible en el interior del país- genera un grado de violencia tal, que no hace mucho, un hombre mató a la novia de su hija, porque no toleraba que fuera homosexual. ASESINÓ PORQUE NO LE GUSTABA CON QUIEN SE ACOSTABA.


Las familias homosexuales YA existen en nuestro país. Existen, pero sin los derechos que sí tenemos los heterosexules. Los hijos son hijos de uno de los integrantes de la pareja, ya sea que fue adoptado o concebido por fertilización asistida o naturalmente.


En Argentina hay una campaña publicitaria "SÍ, QUIERO... PERO NO PUEDO".


Yo quiero que todos y todas puedan. 


Senadores: voten para igualar, no para segregar. Voten hacia adelante.

2 comentarios:

Armida Leticia dijo...

En la Ciudad de México, ya es legal el matrimonio entre personas homosexuales, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hace poco declararon que no es procedente el recurso de inconstitucionalidad, que interpusieron algunos miembros del Partido Acción Nacional, (derechista).
Desde mi punto de vista, a nadie afecta el hecho de que se le reconozcan sus derechos a otros.

Desde México, un saludo.

María Marta Bruno dijo...

ARMIDA,
En la ciudad de Buenos Aires rige una ley de Unión Civil, desde 2002, pero no es equiparable a un matrimonio.
Aquí la corte suprema estaba a punto de emitir dictamen sobre dos recursos planteados en 2007 por dos parejas (una de hombres y la otra de mujeres). Y se sabe que había dictamen de la mayoría de la corte a favor de que se case a esas parejas.
Pero lo de hoy fue histórico... El matrimonio igualitario es Ley de la Nación, cuando se reglamente, regirá para todo el país.
Gracias, un beso.