"Seamos capaces de sentir la satisfacción moral de un acto de libertad."

(Rodolfo Walsh)

domingo, 25 de noviembre de 2007

AÑORO



Erre con erre, guitarra. Erre con erre, carril. Qué rápido ruedan las ruedas del ferrocarril… Por alguna razón, seguramente vinculada a la repetición, este trabalenguas me remite a la infancia... Varias cosas me remiten a la infancia, y en general, no es el placer lo que me mueve a recordar, sino las situaciones complejas, difíciles. Creo que lo hago para refugiarme en ese acogedor momento de la vida en el que mi única responsabilidad era la escuela, y yo con eso no tenía problemas…


Recordar… Ri-cordis… Volver a pasar por el corazón… Todo el tiempo recuerdo, todo el tiempo tengo el corazón invadido por nostalgias varias, aún por algunas un tanto traídas de los pelos, nostalgias de tiempos que no pasaron, de cosas que hubiese deseado que ocurrieran… pero no sucedieron.

Hoy quisiera estar de nuevo en ese paisaje protegido por el amor de mis abuelos, trepando a la higuera del fondo, donde estaba desplegada toda mi idea de la vida... Una rama era mi casa, otra la escuela, otra el hospital… El patio de atrás, el cuartito donde estaban guardadas todas las cosas que no se usaban, el baúl con la ropa de mi bisabuela… ese olor a viejo, mezclado con el aroma de los paraísos en primavera… Escribo y mi nariz busca en vano lo que la memoria ya encontró.

Creo que me estoy acercando a la razón del sentimiento de opresión sin salida… Yo crecí en un amoroso entorno familiar, pródigo en manifestaciones de afecto… Claro, con los años fui sabiendo que detrás de esa dulzura, había grandes mentiras y traiciones, aunque no estoy del todo segura si lo primero queda invalidado por lo segundo, o más bien, hay que saber separar… Igualmente me pregunto si será por eso que yo no puedo ser amorosa, como fue mi abuela conmigo.

Te extraño, Aba…

3 comentarios:

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

María...no por desordenada, sino con un orden propio...empiezo por acá...Y si tengo que recordar...hamaca en el árbol de la calle San Blas....cerquita de Liniers...cuando era chica...Y las manos de mi abuela estaban por todos lados.

Manos blandas en su piel, a veces duras...manos que me daban y me quitaban...

Manos abiertas intentando hacer lo mejor...No se perdieron los bueyes, estan reencontrándose con ciertas vacas que se creían perdidas.

Es cuestión de tiempo para entender estas cosas de la vida, añoradísimas.

María Marta Bruno dijo...

Feri, sigo siendo desordenada... o sea, te contesté arriba, y reciéna ahora lo hago acá... y sólo para decirte que entiendo tan profundamente lo que decís... y que siento que esa cuestión de tiempo para entender las cosas de la vida, a mí me va a llevar la vida entera. Un beso