
Y no es que sirva de mucho. O sí. Vaya uno a saber. Hace hoy un año empecé este blog, así, que primero a lo primero: ¡Salute! (Sí, estoy loca, y qué?)
Este año fue para mí, como para cada alma bloguera o no, un año con complicaciones. Tuve que tomar decisiones. Y las tomé. No estoy segura de que hayan sido las mejores en términos absolutos, pero estoy convencida de que fueron las mejores teniendo en cuenta la coyuntura. Ni las decisiones ni su oportunidad me han hecho feliz, pero eso va por otro carril.
Cuando empecé a escribir aquí quise soltarle la rienda a mi creatividad, escribir con humor sobre aspectos de la realidad. En algún momento empezaron a filtrarse escritos más vinculados con la realidad política y social, que es el espacio en el que me manejo con más comodidad. Y tuve que decidir cuál sería el perfil del blog, en definitiva, su personalidad, que de todas maneras ya estaba en parte reflejada en el nombre. Pensé en abrir otro y volcar un aspecto en cada uno, pero bastante me costaba mantener uno, como para pensar en sostener dos.
Nobleza obliga, hace un año yo no sabía nada de nada de blogs. Pero alguien que me interesaba tenía el suyo y al principio empecé a escribir como para tener más en común y poder entender por qué el blog era tan importante para esa persona. Algunos pensarán que le debo algún reconocimiento a esta persona, pero la verdad es que no se portó bien conmigo, así que nada.
A muy poco de eso, mi blog y yo nos independizamos de ese interés inicial, para empezar a tener una cierta entidad propia (todos tenemos entidad, no importa donde estemos, y aunque no nos vean, todos tenemos entidad!). Y fue en ese momento en el que empecé a volcarle sentimientos al papel virtual, experiencias, quise dejarme llevar... pero parece que mi yo interior es más fuerte aún que mis propias elecciones y se puso a escribir más políticamente. Con falencias, seguro. Con ignorancias, también. Con compromiso, con pasión, con ganas de aportar un granito de arena a la construcción de una sociedad plural e inclusiva, que a esta altura de la historia del continente es lo mismo que decir revolucionaria. A riesgo de no ser entendida, y lo que fue mejor aún, a riesgo de ser entendida.
En algún momento aparecieron intolerantes, vinculados al ejercicio de mi profesión, escribieron estupideces muy groseras y esa es la razón por la que el blog tiene moderación de comentarios.
Amigos, quiero agradecerles el poder sentirlos tan cerca aunque no los conozca, aunque no tengamos otro contacto que el de visitarnos mutuamente en nuestros blogs. Por poder compartir, aún en el disenso. Sigo maravillada por poder sentir que tengo amigos de verdad en México, Colombia, Chile, Venezuela, España y a lo largo y ancho de esta linda Argentina. Creo que se construyen vínculos y a veces, y de acuerdo con las posibilidades, no estaría mal el tratar de conocerse. ¿O se rompería la magia?
Me gusta y disfruto de la diversidad que plantea la aldea bloguera. Así que le canto un "Apio verde" a mis Vacas Encontradas, y a ustedes, mil gracias por pasar por mi pradera y dejarme algo cada uno, cada tanto.
(Ya sé qué fue lo que pasó que el sistema no me permitía utilizar las opciones de letra e imágienes. Blogger habilita ahora sólo a I.E. y a Mozilla para estas opciones y yo habitualmente uso otro navegador. O sea que para vestir bonito al post tuve que usar Mozilla. No fue problema, tengo los tres navegadores instalados, pero che, podrían haber avisado ¿no?)