Este poema pertenece al libro "Peso Formidable", de Julián Axat, hijo de desaparecidos...
Yo se lo dedico a mi propio padre, Mariano Bruno, desaparecido.
Te espero:
Padre
los ruidos causados por la derrota
no alcanzan a quebrarnos
aunque sea por un instante
esa increíble luz de tus ojos
esperanza o fulgor de a cada instante ser grito
Sueño:
estamos en algún lugar
vos papá y yo
me contás que ayer te cantaron
me decís que seguro te están por venir a buscar
te ruego la huida
vamos lejos
bien lejos te digo
pero me contestás que...
la sangre de los compañeros no se negocia
y no hay caso
Padre
no te convenzo
y la escena que se repite muchas noches
a veces llegamos a discusiones acaloradas
y parece que no hay caso
Padre
no puedo salvarte ni en los sueños
7 comentarios:
Marta, un gusto haber encontrado ese poema en tu blog, yo conozco a Julián Axat, leí toda su obra, y me parece un poeta generacional maravilloso, creo que él solo resume la voz de todos los Hijos de desaparecidos juntos. saludos. Pablo Archetti
Gracias, Pablo... es cierto que Julián es un gran poeta, que pinta a nuestra generación como pocos... en particular a los HIJOS... pero cualquiera puede leerlo... no cuesta ponerse en su piel... María Marta
que fuerte...que cierto...
bellísimo poema...
gracias!
Hola, Vicky... gracias por visitarme... y sí, es muy fuerte... Nos estamos leyendo...
llegue a tu blog porque soy fan de las vacas, lo empecé a revisar y he llegado a esta parte, es un poema muy fuerte y más la forma en la que ocurrió tu pérdida [de alguna manera te entiendo] un padre siempre será irreemplazable y aveces nos es difícil afrontar estas realidades, gracias por el poema, lo necesitaba
Super Cow... me alegra tanto haber llegado en el momento en que lo necesitabas. El poema es fuerte, la historia es fuerte... Visité tu casa, se te nota el dolor. Y cualquiera sea la causa, está bien que se note. Si está, está... Y ya. Está bien que se nos note la vida, como quiera que nos haya tratado. Gracias por visitar mi casa, fan de las vacas, aunque habrás visto que mis vacas no son alimento para el cuerpo, tal vez sí para el alma, siempre sumando, que restar, restan los otros... Y nos estamos leyendo. Un beso
....y las vacas se encontraron
si, son un delicioso manjar para el alma,gracias por lo escrito, besos
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