"Seamos capaces de sentir la satisfacción moral de un acto de libertad."

(Rodolfo Walsh)

domingo, 17 de marzo de 2013

RECALCULANDO, RECALCULANDO: EL SUR EXISTE Y HAY QUE SEGUIR SOSTENIÉNDOLO



 Humor:Revolución y Contrarrevolución, por Miguel Rep

Hace mucho tiempo que este blog está abandonado. 


Intento encontrar una explicación y pienso que tal vez, como las cosas venían bastante bien, no era necesaria mi voz en este foro. Hay muchos foros como éste, más valiosos, y yo activo mucho a través de Facebook. Se me complica atender tantas cuentas… Facebook, Twitter, el blog, los grupos a los que una se va sumando… Y lo fui dejando.

Hoy me convoca lo que yo entiendo es un cambio serio de escenario en la Suramérica, en la Latinoamérica toda: ha muerto el comandante Hugo Chávez y un cardenal argentino de ideología derechista ha sido designado Papa de la Iglesia Católica. No hay casualidades.

En principio, la partida del Presidente venezolano –no por esperada menos triste- estaría bien cubierta por un pueblo organizado. Porque el comandante dejó cuadros políticos organizados para su sucesión (porque sabía que habrían de sucederlo). Nicolás Maduro, su vicepresidente, irá a las elecciones con la bendición de Chávez y el fervor del pueblo venezolano. No debería adelantarme, pero sospecho que no habrá sorpresas en los comicios caribeños.

Aún así, Chávez era un jugador de varias posiciones, no sólo en su país, sino en la región toda. Junto con Néstor Kirchner fueron dos armadores políticos del carajo. Una dupla política que tal vez nunca se vuelva a producir. Y ya no están, ni el uno ni el otro.  Algo así como orfandad sentí ante la muerte de cada uno de ellos, pero en el caso de Kirchner, nos quedaba Cristina al mando, elegida por el 54 % de los ciudadanos y en el ejercicio de la presidencia. Ante la muerte de Néstor, hubo conmoción en la gente, aún entre aquellos miraban las cosas desde afuera. Néstor había dicho “que florezcan mil flores”, y florecieron muchas más. Se abrieron conciencias. Se dijo entonces, que a Néstor no lo enterramos, lo sembramos. En el caso de Venezuela, desconozco cuántas cabezas y cuántos corazones se habrán abierto ante la muerte del líder. La inmensa movilización que se produjo para despedirlo estuvo formada por ciudadanos y ciudadanas dolientes, con conciencia de los logros obtenidos de la mano de la Revolución Bolivariana, dignificados por Chávez a lo largo de 14 elecciones de diferentes términos, ganadas consecutivamente, incluso, superando un golpe de estado que duró 72 horas.

Y menos de diez días después, los cardenales del mundo católico, pastores de una grey que se concentra mayoritariamente en el continente americano, se reunieron en cónclave y eligieron a un par argentino, de origen político peronista de derecha, tolerante frente a los crímenes de la dictadura, y por si fuera poco un férreo opositor al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Jorge Bergoglio –ahora Francisco I- asoma como la fuerza política que  habrá de intentar romper la unidad latinoamericana. Unidad que se consiguió muy arduamente, que se quedó sin sus dos líderes más potentes y que, en líneas generales, presenta el siguiente escenario: Rafael Correa, en Ecuador, reelecto, pero con intenciones de retirarse; Cristina F. de Kirchner, por la mitad de su segundo mandato, sin posibilidad de ser reelecta (y es mi opinión personal que aunque pudiera no querría); en Brasil, la postulación de Dilma Russeff para su reelección; Pepe Mujica en Uruguay, será sucedido probablemente por Tabaré Vázquez, también del Frente Amplio, pero un poco más tibio; en Chile tal vez vuelva a ser elegida Michelle Bachelet, tras un pavoroso período neoliberal; Evo Morales, en Bolivia, que con Chávez perdió parte de su guía política; Ollanta Humala en Perú; Paraguay, que luego del golpe de estado parlamentario que derrocó a Fernando Lugo, vuelve a elecciones.

Nada será como antes, pero ¿cómo será todo?

¿Seremos capaces de mantener la unidad latinoamericana pese a los embates que sabemos vendrán?

¿Seremos capaces de conservar nuestras alianzas políticas y económicas que hasta ahora nos salvaron de la debacle financiera del primer mundo?

En el horizonte se ven imaginarias hordas de opositores, blandiendo insultos junto con la bandera papal, que es todo lo que tienen.

Pero nosotros, en el aquí y ahora, además de nuestras certezas, ¿qué tenemos?

¿Tenemos los cuadros políticos necesarios para garantizar la continuidad del Proyecto Nacional y Popular, que no tendría sentido –ni posibilidades- si no fuera en el marco de la Patria Grande?

Este es un posteo a micrófono abierto. Y se acaba de abrir el micrófono...

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